
Josefina
Abreu Guadarrama, encontró un espacio donde hacer volar su imaginación, más
allá de su vivienda. Cuánto placer halló en mostrase hermosa, siempre arreglada
para la ocasión, cual dama en espera eterna. Allí en la casa 108 de la Avenida
de los Mártires, en su ventana, cuando la brisa despeinaba sus cabellos era
feliz. Le gustaba recordar las fiestas en El Progreso, los años de juventud,
las horas compartidas con Pepe, su gran amor....