Una herida de muerte al periodismo de interés público. Eso es lo que significaría la extradición a EEUU del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, cuyas filtraciones destaparon la cara negra de la potencia norteamericana.
El proceso que determinará la suerte del ciberactivista se desarrolla esta semana en Londres, el lugar donde se decidirá el futuro del periodismo, según el padre de Julian Assange, John Shipton, quien vino a la capital británica para apoyarle "vigorosa y firmemente". Citando informes de la ONU, subrayó que la persecución desde hace 10 años a su hijo es "arbitraria". Denunció, asimismo, que Julian Assange sufrió torturas.