California toma ímpetu para separarse de EE.UU. tras caótica gestión de Trump en pandemia
La crisis del coronavirus empeorada por la gestión de Donald Trump en Estados Unidos, revive los anhelos de una gran parte de los habitantes del estado de California para independizarse de EE.UU., en lo que grupos sociales y medios locales han bautizado como “Calexit” (salida de California). El Movimiento de Independencia de California es una agrupación política que inició su actividad en 2015, denominándose el Partido Nacional de California y cuya meta es promover la autodeterminación de esta región de EE.UU., informó la agencia HispanTV en un reporte especial en su página web en español.
La formación norteamericana lanzó el movimiento “Sí California”, que tiene como objetivo llamar la atención de la opinión pública sobre el tema de la independencia de este estado más poblado de EE.UU. con más de 40 millones de residentes censados hasta la fecha.
Según los partidarios del Calexit, la propuesta en pleno desarrollo es recolectar las suficientes firmas necesarias que hagan falta para llevar adelante su convocatoria de referéndum de independencia para mediados del año próximo, es decir, la votación se llevaría a cabo para el 4 de mayo de 2021, si los ciudadanos apoyan tal iniciativa.
Entre sus objetivos principales, según llegó a declarar Louis J. Marinelli, uno de los líderes fundadores del partido, a la revista estadounidense Weiss, se puede destacar:
- Promover y fortalecer la identidad de California como una identidad separada de los Estados Unidos.
- Políticas de la autosuficiencia financiera de California respecto a los Estados Unidos.
- Priorizar los intereses de California sobre el resto de los estados.
- Transferencia legal del poder político de Washington a la ciudad de Sacramento, la capital del estado de California.
- Esfuerzos para que California sea reconocida como una nación soberana a nivel internacional.
- Fortalecimiento del gobierno local al mismo tiempo que el proceso gradual de transferencia de poder.
Estas metas se suman a otras defendidas por otros miembros del partido que, entre otras cosas, son el establecimiento de un Ministerio de Salud independiente, la independencia de los mercados financieros y económicos de California de otras partes de los Estados Unidos, la reforma del sistema de justicia, la total prohibición de la violencia policial y los funcionarios de seguridad, la reforma del sistema educativo, así como un nuevo programa de aceptación de inmigrantes. California es el tercer estado más grande de Estados Unidos después de Alaska y Texas. La capital, Sacramento y Los Ángeles, San Diego, San José y San Francisco son algunas de las ciudades más importantes de esta región.
Poder Económico de California
El estado de California cuenta con una capacidad económica muy alta, por lo que, si fuera un país independiente, su economía sería igual a la sexta potencia económica más grande del mundo. De hecho, es la región más rica del país de EE.UU., y si el movimiento independentista lograra su objetivo de poner tierra de por medio con el Gobierno Federal, asestaría un duro golpe no solo en lo económico, por tratarse del estado que más contribuye al erario público, sino que también a la imagen internacional de la Casa Blanca.
En la historia del estado de California, se han presentado hasta la fecha 200 propuestas dispares para la deseada independencia.
“La separación de California nunca sucederá porque no interesa a los Estados Unidos”, aseguró Kermit Roosevelt, profesor de derecho constitucional en la Universidad de Pensilvania.
Conforme a este docente, esta secesión territorial nunca sucederá y no le extraña en absoluto que en este preciso momento una parte de la sociedad californiana esté planteando tal despropósito después de sufrir en sus propias carnes la caótica gestión presidencial de Donald Trump, relativa a la crisis del nuevo coronavirus. Según él “si los resultados de las elecciones de 2016 hubieran sido diferentes (es decir, si Hillary Clinton las hubiera ganado), ahora era Texas (estado propenso a votar a los republicanos) sería el que intentara separarse de EE.UU.”.
La mayoría de los residentes de California son votantes del Partido Demócrata, y en las elecciones de 2016, la candidata demócrata, Clinton, derrotó a su rival republicano Trump, para alzarse con los 50 votos electorales de este estado, aunque perdió nacionalmente.
Pero California, según otro académico, se convertiría en un nuevo aliado atractivo para los países que siguen el modelo neoliberal si se separara de la unión norteamericana. “Con la independencia de California, el mundo cambiará repentinamente de un sistema bipolar entre China y Estados Unidos a un sistema multipolar entre Estados Unidos, China, California, la India y otros más”, sostuvo Steven Sidman, profesor de asuntos internacionales en la Universidad de Ottawa de Canadá.
California sube a 5ª economía del mundo ¿hacia el ‘Calexit’?
La economía de California es más pujante y grande que todo el tejido económico e industrial del Reino Unido, y eso es debido a que los gigantes tecnológicos estadounidenses como Apple, Google, Adobe, Hewlett-Packard, Intel, Oracle y Yahoo se encuentran en Silicon Valley, área situada en el sur de San Francisco.
Como un dato curioso, los ingresos anuales de Apple de alrededor de 270 mil millones dólares provocaría un gran vacío en las arcas públicas de EE.UU., si los californianos decidieran independizarse del resto de los estados. Este es un peligro que incluso el exsecretario de Estado de EE.UU. Henry Kissinger lo ha presentado y lo ha plasmado en un artículo reciente. “Es suficiente que uno de los estados de EE.UU. logre su objetivo y se separe de los Estados Unidos y alcance independencia política, económica y militar, entonces esto también les sucederá a otros estados y se convertirá en una gran demanda dentro de los Estados Unidos”, acotó Kissinger.
En medio de todo este tumulto, algunos miembros del partido de Trump, el Republicano, dan la bienvenida a la futura independencia y la secesión de California, pero los dirigentes del Partido Demócrata se oponen a esta idea drásticamente.
Estas diferencias solo esconden motivos meramente políticos, ya que California, al ser el estado más poblado del país norteamericano, su autodeterminación cambiaría el equilibrio de poder en esta nación y el Congreso a favor de los republicanos y, al mismo tiempo, la pérdida de votos electorales en esta región impediría a que cualquier demócrata se pudiera postular para presidente en un futuro próximo. “La situación política de los demócratas se empeoraría mucho. Estos han dependido en gran medida de California para ganar las elecciones presidenciales desde principios de la década de 1990”, manifestó Brandon O’Leary, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Pensilvania.
Esta es precisamente la razón política por la cual los republicanos de línea más conservadora se muestran a favor de la independencia de California, porque si eso sucede, esta formación acapararía todo el poder político de lo que quedara de EE.UU.
Historia, guerra y secesionismo
California fue posesión española. De hecho, más de 2/3 partes del territorio actual de Estados Unidos fueron parte del imperio español. La ciudad de San Agustín, en la Florida, por ejemplo, es mucho más antigua que cualquier asentamiento británico de la actual nación norteamericana. Además toda la parte sur occidental conserva nombres españoles, luego que EE.UU. le arrebatara por la fuerza la mitad del territorio a México.
En realidad existían -y existen- dos “Californias”. La parte dónde se ubica la Península de California, se llamó históricamente “Baja California” colonizada poblada por España desde el siglo XVI aún mantiene su nombre. Pertenece en la actualidad a México. El norte del actual estado, ubicado donde termina la península de la “Baja California”, se denominaba “Alta California”, y corresponde en la actualidad en parte con el territorio del Estado de California, forma parte en la actualidad de EE.UU.
California fue “adquirida” por EE.UU. bajo los términos del Tratado de Guadalupe Hidalgo, en 1848, tras la derrota de México en la guerra mexicano-americana. Desde una perspectiva histórica, el secesionismo es una tradición estadounidense. Cuando estos territorios coloniales bajo el control del imperio británico se sublevaron en 1775 contra las fuerzas de Londres para lograr años después su independencia en 1783, estos nuevos estados decidieron escribir su Carta Magna que dio lugar al nacimiento de EE.UU. y acto seguido, algunos estados decidieron abandonar por su cuenta a la recién creada nación norteamericana.
La última vez que algunos estados trataron de separarse de la unión de Estados Unidos se produjo la guerra más sangrienta del país: la Guerra Civil (1861-1865), que mató a 600.000 estadounidenses y finalmente terminó con la derrota de los secesionistas.
Finalizada la contienda, la Corte Suprema de EE.UU. declaró oficialmente que cuando los estados aprobaron la Constitución, renunciaron a su derecho a abandonar a los Estados Unidos.
Opciones constitucionales
Teniendo en cuenta de que la Constitución de EE.UU. prevé la creación de nuevos estados en los Estados Unidos, no existe un marco legal para la autodeterminación de los estados.
Marcus Ruiz Evans, uno de los directores de la campaña “Sí California”, asegura que la Carta Magna de los Estados Unidos no prohíbe la separación de estados, pero señala que se necesita la Corte Suprema para resolver tales problemas.
En este sentido, Evans recuerda que, tras el final de la Guerra Civil, la Corte Suprema en 1870 dictaminó en el caso Texas v. White, que cualquier estado en los Estados Unidos podría separarse legalmente de los demás estados si estos estuvieran de acuerdo con dicha propuesta de autodeterminación. El principal experto constitucional de California, Erwin Chamberlain, cree que obtener una mayoría simple en el Congreso podría cumplir con las condiciones establecidas por la Corte Suprema.
Desde que California ingresó a los Estados Unidos por mayoría de votos en el Congreso, en 1850, también puede abandonar la Unión por mayoría de votos, aclara Chamberlain. No obstante, ninguno de los medios de comunicación estadounidenses menciona el trasfondo legal de la independencia de California de los Estados Unidos. Los que apoyan la campaña del Calexit sostienen que California está afectada negativamente por las leyes federales, ya que el impuesto estatal que aporta Sacramento a las arcas del Gobierno Federal es una cifra mucho mayor en comparación a lo recibido como la asignación presupuestaria anual de Washington.
Como epílogo de esta historia, el estado de California, si se independiza de EE.UU., cedería a los nativos americanos la mitad de su territorio, según ofreció el comité Yes California.